Stuart Staples es un británico de aproximadamente 50 años. Cantante, guitarrista, escritor de aspecto desgarbado, misterioso y con una voz de barítono inigualable, que lo mismo canta y compone en inglés que en francés. Un privilegiado que emana arte y que cuenta con más aciertos que defectos en su vasta obra. Aparte de estas características, desde hace 24 años, el de Basford, se ha encargado de liderar a Tindersticks, una de las bandas más subestimadas en la historia de la música contemporanea.
Al lado de Dickon Hinchliffe, David Boulter, Mark Colwill, Neil Fraser y Robert De Villeneuve, ha grabado una decena de álbumes. Dentro de su profunda aportación lírica destacan las claras influencias de la literatura inglesa y francesa. Su visión musical contrasta con los sonidos del jazz, del soul y su apego al trabajo de grandes como Lee Hazlewood, Scott Walker y el mismo Serge Gainsbourg.
En la década de los 90 y ya como agrupación, Tindersticks firmó con el sello This Way Up sus primeros tres títulos: los dos homónimos, Tindersticks y Tindersticks II y Curtains.
Esta misma década sirvió para que la crítica europea volteara al trabajo de los ingleses. Patchwork, un corte amable, de finas cuerdas y sonoro saxofón, les abría las puertas para que las revistas y medios locales destacaran las elegantes composiciones de la banda, al grado que para 1999, la legendaria disquera Island Records ya les preparaba un lugar en su catálogo. De esa relación surge una de sus máximas joyas: Simple Pleasure.
Por demás está mencionar que el estilo de la agrupación se destacaría principalmente por ser pulcra y sofisticada. Sus composiciones dejaron atrás la gastada fórmula de la exageración y el multicolor de otras bandas de su generación para resaltar su sombría y misteriosa calidad. Quizá esta, su mayor aportación al mismo tiempo que experimentaba con infinidad de elementos, tanto gráficos como orquestales.
Sería la entrada del siglo XXI la etapa de mayor aportación de la banda a la música. Con sonidos maduros y de realización impecable, la obra de Tindersticks se convertía en toda su extensión en una influencia intelectual. Sus alcances en la experimentación aderezados con su gusto sombrío los llevó a que sellos como Beggar´s Banquet y 4AD acogieran su trabajo.
En la actualidad Tindersticks es una de las agrupaciones más socorridas en la musicalización de películas y series. Es precisamente ese sonido característico el que hace que la banda británica sea hoy por hoy, uno de los estandartes de calidad y refinamiento en la música contemporánea.
Por @mauriciomore.
En Revancha puedes encontrar: